Flippingbook_2020_Cap 03

Patologías relacionadas a los lípidos Dislipidemias y riesgo cardiovascular

Las dislipidemias son patologías que consisten en niveles anormales de lipoproteínas circulantes. Se clasifican en: -Hipercolesterolemia aislada: Colesterol LDL (cLDL) elevado respecto a meta según riesgo cardiovascular. -Hiperlipidemia mixta: Aumento tanto de colesterol LDL como de triglicéridos. -Hipertrigliceridemia aislada: Triglicéridos ≥ 150 mg/dl. HDL bajo: <40 mg/dl en hombres o <50 mg/dl en mujeres. Su etiología puede ser primaria (debido a mutaciones genéticas), o secundaria a enfermedades sistémicas, factores ambientales o drogas. La hipercolesterolemia LDL es un factor independiente de riesgo cardiovascular, mientras que la hipertrigliceridemia severa (≥500 mg/ dl), es un factor de riesgo de pancreatitis aguda. El rol de la hipertrigliceridemia pura como factor de riesgo cardiovascular independiente es controversial. En pacientes con dislipidemias se tiende a prescribir un régimen hipo/normocalórico, con selección de lípidos; sin sacarosa, fructosa añadida ni etanol; alto en fibra soluble; con selección de alimentos ricos en fitoesteroles. Los efectos beneficiosos de la pérdida de peso en los niveles de triglicéridos, colesterol HDL y LDL se observan desde un 5-10% de reducción del peso inicial; es por eso que en pacientes dislipidémicos con malnutrición por exceso se induce un déficit calórico. La selección de lípidos significa que se distribuyen en la proporción AGS = 5-6%; AGPI = 5-10%; AGMI = 10-20% del valor calórico total; el colesterol se restringe a <200 mg/día. Esta selección tiene un efecto de β12 al 16% los

niveles de cLDL. Por su parte, una ingesta diaria de >10 g fibra soluble disminuye los niveles de cLDL en un 3%, y 2 g diarios de fitoesteroles los reducen en un 10%. Se evita el exceso de azúcar simple porque su exceso aportado lleva a un aumento de la producción de Acetil CoA y a la posterior formación de ácidos grasos; por su parte, el exceso de fructosa lleva a la producción de glicerol-3-fosfato, el cual junto con los ácidos grasos formará triglicéridos. El alcohol también debe evitarse, puesto que induce lipogénesis de novo. Los ácidos grasos omega 3 también son útiles en el tratamiento de las dislipidemias, ya que reducen la síntesis de VLDL. Por cada gramo de AGPI de origen marino, los niveles de triglicéridos disminuyen en un 5-10%; 4 g al día de EPA+DHA los reducen en un 33%. La enfermedad cardiovascular aterosclerótica, representada básicamente por el infarto de miocardio y el ictus, es una de las principales causas de muerte en los países occidentales. Aunque el tratamiento, farmacológico y no farmacológico, de esta patología ha mejorado notablemente su pronóstico, sigue siendo fundamental una correcta prevención, mediante el control global de los factores de riesgo cardiovascular. Dentro de estos factores de riesgo, los niveles elevados de colesterol LDL son uno de los más importantes, y para el que existen tratamientos muy eficaces, como son las estatinas, pero también las medidas dietoterapéuticas indicadas anteriormente para el manejo de dislipidemias. Las metas de c-LDL según el riesgo cardiovascular del paciente son distintas: <130 mg/dl si su riesgo es bajo; <100 mg/dl si su riesgo es moderado, y <70 mg/ en casos de riesgo alto (o >50% de reducción si no es posible

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